Cuando se le pregunta al profesor Guillermo Van der Linde cómo enseñar a un empresario a cuidar el medio ambiente, su respuesta es simple: «Diciéndoles que cuando se contamina se pierde dinero».
Y tiene lógica. Es más fácil que un empresario asuma su responsabilidad con el medio ambiente cuando se le habla en su lenguaje de negocios, que si se le impone por la fuerza. «Hay unos que son verdes a rajatabla. Pero eso es muy difícil que la gente de negocios lo entienda. Entonces yo entiendo que la fórmula mágica de que el empresario se ocupe del medio ambiente, es enseñarles que cuidando el medio ambiente se beneficia», explica Van der linde, experto en estrategia de Negocios y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
Hay varias formas de reducir las emisiones al medio ambiente. Una es poner filtros para que los desechos no vayan a la atmósfera, pero tiene el inconveniente que traslada el problema a otro sitio. La mejor estrategia que sugieren los expertos es corregir el origen del problema.
«Si corregimos el error en la fuente, entonces eso genera beneficios en costo, porque cuando yo contamino estoy dilapidando recursos porque lo que yo estoy botando me costó dinero», explica.
Más, mucho más
Pero los negocios que se pueden hacer con el medio ambiente no se limitan a reducir para ganar. Actualmente se ofrecen oportunidades de crédito y acceso a mercados sólo por cumplir con la responsabilidad ambiental. Existen los llamados bonos de carbono, que estableció el Protocolo de Kyoto, para los estados que logren reducir las emisiones de gases «agilizadores» del calentamiento global.
A esto se agrega, que las empresas que producen aportando menos contaminantes al medio, tienen más facilidades para colocar sus productos en mercados exigentes como el estadounidense y el europeo.
También hay bancos internacionales que ofrecen créditos a más bajos intereses para las empresas e industrias que produzcan de manera limpia. El Banco Mundial es una de esas entidades.
En el país, ya muchos empresarios han entendido el binomio medio ambiente-negocio, instalando plantas de reciclaje, de tratamiento de aguas residuales o renovando sus productos con materias primas biodegradables. Otros han optado por producir productos orgánicos.
Profesionales de ambiente
Gracias a los niveles de conciencia la mayoría de las universidades han incorporado el «verde» en sus ofertas académicas. En Intec ofrecen una maestrías en Ciencias Ambientales e Ingeniería Sanitaria y Ambiental. La Universidad APEC incluye la materia obligatoria de «Ciencias Ambientales».
La PUCMM próximamente abrirá una licenciatura en ecología y en agosto arranca la maestría en ecología y medio ambiente.
De Yvonny Alcántara
D.L.